MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

AMLO, traidor de los pueblos originarios

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El bastón de mando indígena es un símbolo espiritual de reconocimiento a la dignidad de quien lo recibe, mismo que es otorgado mediante asambleas donde diversos pueblos indígenas están de acuerdo en la transmisión de este emblema, producto de la confianza y fortaleza de un individuo otorga a la comunidad, a su pueblo. Este símbolo no es objeto de decisiones políticas o económicas, por lo que no puede ni debe ser comprado, con dinero o favores de ninguna índole.

La entrega de bastón de mando a Andrés Manuel López Obrador el 1 de diciembre del 2018, no fue solo objeto de triunfo, sino la reconciliación histórica entre los pueblos indígenas y gobierno Constitucional, siendo este el momento donde por fin se reconoció a una autoridad política constitucional como parte de nuestra cultura e identidad.

De esta forma el día 4 de septiembre el Consejo Nacional Indígena de Pueblos Originarios y Comunidades Indígenas (CNPOCI) mediante un desplegado firmado por el señor Juan Ronzón Hernández, que circuló por la redes sociales protestaron enérgicamente por el uso indebido y desconsiderado del bastón de mando que entregaron al presidente al inicio de su administración y que hora violando la simbología que representa para los pueblos indígenas del país, mediante un acto circense, le fue otorgado a Claudia Sheinbaum, quien después de un proceso plagado de inconsistencias, fue elegida el pasado 7 de septiembre para representar al grupo que lo integran los partidos Verde Ecologista, del Trabajo y Morena.

La indignación del Consejo Nacional Indígena es porque el bastón de mando, solo lo entregan los 68 pueblos originarios de México que simboliza el poder y la jerarquía de los líderes, y es un derecho que les fue arrebatado, robado por el inquilino de Palacio Nacional.

Por otro lado, de manera cínica y desvergonzada, López Obrador conociendo de la constitución mexicana y sus artículos, donde se prohíbe de manera tajante y expedita la intervención de los funcionarios públicos en los procesos electorales; así como también, las Tesis L/2015 con el rublo de Actos Proselitistas del Tribunal Electoral del Poder de Judicial de la Federación (TEPJF) donde se prohíbe también, la intervención de los funcionarios públicos, por si faltara legislación al respecto, el pasado 14 de diciembre el Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó lineamientos para frenar la injerencia de funcionarios y activistas de Morena pagados del erario, llamados Servos de la Nación, en los procesos de 2023 y 2024, garantizando los principios de neutralidad imparcialidad y equidad en materia electoral, por parte de los servidores públicos.

A pesar de que la ley le prohíbe intervenir en proceso electoral alguno, López Obrador tiene más de dos años interviniendo directamente en el proceso electoral interno de Morena, convirtiéndose en el jefe de campaña de Sheinbaum, y puso toda la estructura obradorista a trabajar a favor de la “corcholata” preferida, utilizando todos los mecanismos fraudulentos propios del PRI rancio de los años 70 y como fieles priistas aplicaron al pie juntillas el ABC del fraude, que fue denunciado por los propios morenistas, acostumbrados a aplicárselo a otros entes políticos, pero ahora, que Marcelo Ebrard lo vivió en carne propia, se apresuró a denunciar y solicitar la reposición inmediata del proceso; sin embargo, poco o nada puede hacer, pues AMLO tiene en su poder un robusto expediente respecto al accidente de la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México, que no va a dudar en usarlo para someter al canciller.

Ahora utiliza el foro más grande de la nación, la famosas mañaneras para denigrar, calumniar amenazar, amedrentar a todos los actores políticos y aspirantes a la máxima magistratura, incluida Xóchitl Gálvez, ganadora para encabezar el Frente Amplio por México, a quien atacó sin misericordia, violando el derecho de confiabilidad y seguridad, expuso públicamente listas de socios, proveedores y hasta ganancias de las empresas que la señora X fundó y dirige exitosamente, poniendo en peligro la integridad física de la candidata y su familia.

El bastón de mando solo es la cereza del pastel, que evidencia su obsesiva ambición para continuar en el poder y continuar gobernado al país atrás del trono, pues el único mérito que tiene la candidata de morenista es su fidelidad al mesías y garantizar la continuidad de la transformación que ha bañado a todo el país de fuego, sangre y muerte.

Sin embargo, existe una luz al final el camino, existe una solución, la única solución segura y duradera; que el pueblo se convierta en el agente de su propia transformación, esto es, que se organice, se eduque y se ponga a luchar concientice por el poder político de la nación y jamás votar por falsos redentores, que solo buscan el poder y dinero para enriquecerse.

Hace falta una nueva casta de líderes, hombres y mujeres, honestos, inteligentes y trabajadores, que se tienen que gestar necesariamente en el seno del pueblo trabajador y que aquí están, solo falta; como al diamante, descubrirlos, pulir y darle brillo. Como dijo un gran pensador alemán, proletarios de todo el mundo uníos. No hay de otra.

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