El Movimiento Antorchista Nacional realizó en septiembre de este año, en el auditorio Gota de Plata de Pachuca, Hidalgo, el Concurso Nacional de Voces, con el cual inició las actividades culturales de la organización de manera presencial, pues, aunque nunca se suspendieron, la pandemia nos obligó a llevarlas al pueblo sólo por medio de las redes sociales.
Este 23 de octubre el Movimiento Antorchista realizará en la ciudad de Oaxaca, dentro del Teatro Macedonio Alcalá, el Concurso de Folclor Internacional, con muestras de baile folclorico de países de nuestro continente, así como de Asia, África Europa y Oceanía, Y, el próximo mes de noviembre, el Encuentro Nacional de Teatro, en el que podrán participar todas las compañías que así lo deseen, pues la convocatoria es abierta y sin ningún costo.
Estos eventos culturales son trascendentales, por varios motivos. Primero, porque es una manera de masificar el arte, de hacer que el pueblo tenga acceso al arte y a la cultura por medio de la apreciación de éstos, poniendo ante sus sentidos las bellas expresiones alcanzadas por las cumbres del pensamiento y la sensibilidad de los pueblos del mundo en sus múltiples manifestaciones; pero también, por la vía de que el pueblo practique el arte, cree arte a través de su participación activa en los grupos culturales antorchistas, formados en barrios o colonias populares, en escuelas o en comunidades campesinas; así como de proporcionarle los medios y foros necesarios para ese fin, logrados con grandes sacrificios.
Ambas cosas, muy importantes en esta época en la que, al pueblo, por una parte, se le ha negado la verdadera cultura por la vía de convertirla en mercancía muy cara de imposible acceso de manera individual; y por otra parte, atiborrándolo, sólo como consumidor, de viles productos chatarra que deterioran la sensibilidad y la personalidad de los individuos.
En segundo lugar, porque aunque se habla constantemente de la actividad cultural como un fenómeno espiritual, totalmente distinto de la actividad corporal, biológica, física, es decir material del hombre, estableciéndo así una división infranqueable entre lo corporal y lo espiritual como son todas las manifestaciones del pensamiento, del arte, la cultura. Si se analizan a profundidad estos fenómenos, encontraremos que en el fondo existe una realidad material, que son los intereses fundamentales del hombre y de la sociedad o sea su existencia misma; los cuales, a través de las manifestaciones culturales y artísticas adquieren una expresión bella.
La cultura de los pueblos es una forma sublimada y tratada artísticamente de los problemas, emociones, tristezas, alegrías, sueños y otras sensaciones que se reflejan en la cultura, pero que brotan de la vida material, de los avatares que el hombre goza o padece en su vida material. La cultura juega un papel fundamental en la identificación y hermanamiento entre los pueblos de la tierra. De tal manera que los antorchistas, al trabajar en la cultura, estamos haciendo patria, solidaridad, hermandad, unidad, fraternidad y cooperación entre los mexicanos.
Tercero: En los tiempos actuales, en que nuestro país está gobernado por los políticos de la 4T y sus seguidores, aunque en los discursos oficiales se hable de la importancia de la cultura, esta actividad está totalmente abandonada o reducida a espacios para las élites, al pueblo se le ha convertido en espectador pasivo de lo que se le quiera presentar en espectáculos pagados con el dinero público, se ha olvidado la difusión del arte entre las capas populares, por eso este esfuerzo de una organización formada por mexicanos provenientes de todas las capas populares que saben que la lucha por un México más próspero, justo y libre no solamente incluye mejorar las condiciones de vida materiales de su poblción, sino que pasa también por la posibilidad de gozar del arte y la cultura, así como por el desarrollo de un movimiento cultural de profunda raigambre popular.
Por eso, este tipo de eventos al recibir de los gobiernos una política oficial de desdén, menosprecio y hasta de bloqueo, en vez de decrecer en importancia, se hace mucho más meritorio y digno de ser apreciado y valorado por el pueblo pobre de México, que es su verdadero destinatario.
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