MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

CRÓNICA | A diez años del crimen político ¡aquí estamos!

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La imagen de Manuel Serrano estaba enmarcada por un cuadro de madera café y un terciopelo carmesí rodeado de flores blancas y rojas. Su rostro no tiene la distorsión de los retoques digitales ni la exageración de quien se victimiza, sino la altivez de quien tuvo una vida de trabajo y esfuerzo. 
 
Y es que hasta el día en que desapareció de manera forzada, don Manuel iba a trabajar, a luchar por el sustento diario, por seguir su ritmo de vida que lo mantenía fuerte y enérgico, pero con la ternura en la mirada de una persona buena. 
 
Pero la lucha de clases no distingue edades ni bondades. A don Manuel se lo llevaron contra su voluntad, por razones políticas, el 6 de octubre del 2013. 
 
Por eso, 10 años después, don Manuel es recordado como un emblema de resistencia antorchista, porque el bloque enemigo quería acabar con Antorcha, liquidar a la organización que representa interses antagónicos a los del gobierno en turno. 
 
Durante el evento conmemorativo, los antorchistas recordaron que los ataques iban directo a la dirigente antorchista Maricela Serrano, que en el 2012 ganó la presidencia municipal de Ixtapaluca. 
 
“Todo empezó porque nos atrevimos a gobernar Ixtapaluca”, dijo ante unas mil quinientas personas reunidas en el auditorio In Xóchitl In Cuícatl. 


 
“Fue una de las campañas más negras que ha vivido el municipio”, explicó el video conmemorativo.  
 
“No hubo día en que no se le ofendiera, se le amenazara con que si no se retiraba de la contienda algo muy grave le ocurriría”.  
 
Tras el triunfo democrático en las urnas, los ataques no sólo continuaron, sino que arreciaron. Los ixtapaluquenses no olvidamos el famoso grito "Ahí vienen los antorchistas" del cinco de septiembre de ese año, que se escuchaba en los altavoces de las patrullas de la policía municipal y estatal; a los directores escolares, por órdenes de supervisores, sacando a los alumnos de las escuelas; gente desconocida corriendo por lugares públicos advirtiendo del supuesto peligro. Pero al final del día, dijeron en las noticias nocturnas, "se trató de rumorología muy bien planificada para someter a la ciudadanía al pánico". 
 
Ya en el 2013, con la licenciada Maricela como presidenta municipal, las amenazas seguían llegando por mensajes anónimos, por llamadas, por carteles en cadáveres sembrados y en todas se leía la consigna de "fuera Antorcha". El transporte público dominado por el gobierno estatal también adoptó en sus unidades la misma consigna.  
 
En la autopista México-Puebla aparecieron, "como hongos después de la lluvia", decenas de anuncios custodiados por la policía estatal con la mencionada consigna y acusaciones nunca probadas contra el antorchismo. 
 
Y a toda esta "guerra de liquidación" se le suma el hecho brutal y devastador del secuestro de Don Manuel Serrano el seis de octubre de 2013, a las siete de la mañana, cuando se disponía a abrir su puesto de periódicos y revistas en el municipio de Tultitlán, como desde décadas antes lo venía haciendo. 
 
Días y noches de protesta, cadenas humanas y movilizaciones a la Secretaría de Gobernación para que interviniera y diera con los culpables; pero sólo encontraron intransigencia gubernamental y burlas abiertas por parte del entonces gobierno del Estado de México; impotencia, pero tenacidad para no rendirnos y continuar la búsqueda. 
 
La justicia formal no les llegó nunca a los autores intelectuales: uno de ellos murió asfixiado por Covid-19. 
 
Maricela Serrano Hernández, quien dirigió el discurso de bienvenida del evento homenaje a Manuel Serrano, dijo que los enemigos del progreso habían atacado siempre a la organización, que don Manuel no ha sido la única víctima de los enemigos, pero sí fue “uno de los ataques más crueles e inhumanos”. 
 
A sus pies, la imagen de su padre, eterno, engrandecido, sembrado como un árbol que sigue creciendo año tras año, dándole la razón al antorchismo nacional. 
 
Hace 10 años quisieron acabar con Antorcha en el Estado de México, fue una guerra de liquidación desde las altas cúpulas del gobierno. Y, sin embargo, no pudieron acabar con Antorcha, como dijo la dirigente Serrano Hernández. Quisieron acabar con la organización, pero tras 10 años ¡aquí estamos! Estamos vivos y fuertes, y eso es lo importante, expresó entre aplausos y el recuerdo de don Manuel, que inspira a los antorchistas de este municipio a seguir luchando por el ideal antorchista: un mundo mejor para todos. 
 

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