MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Explotación infantil en México

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En México existen miles y miles de problemas qué atender, entre los que destaca, sin duda alguna, la explotación infantil que cada día es más y más evidente. Analicemos algunos datos. 

El 25 de julio de 2019, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) decidió declarar al año pasado, 2021, como el Año Internacional para la Eliminación del Trabajo Infantil; la resolución subraya el compromiso de los estados miembros de adoptar medidas inmediatas y eficaces para erradicar el trabajo forzoso, poner fin a las formas contemporáneas de esclavitud y a la trata de personas, y asegurar la prohibición y eliminación de las peores formas de trabajo infantil, incluidos el reclutamiento y la utilización de niños soldados; el objetivo es que, en 2025, se haya dado fin al trabajo infantil en todas sus formas.

Para México la proyección es que aumentará la población del trabajo infantil, de 3.3 a 5 millones. Debido al cierre de escuelas y la pérdida de ingresos de las familias, aumentará la “incorporación prematura de niñas, niños y adolescentes al mercado laboral y en condiciones precarias”, alertó Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal. 

De acuerdo con un reportaje de ADN 40 se analizan algunas leyes que protegen y evitan el trabajo forzoso infantil. “La Ley Federal del Trabajo en México establece una pena de 1 a 4 años de prisión y de 250 a 5 mil días de multa para los empleadores que contraten a menores de 15 años. Mientras que la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes establece la obligación de las autoridades de los tres órdenes de gobierno de prevenir, atender y sancionar los casos por trata, tráfico, cualquier forma de explotación”. 

Pareciera que esta ley es respetada y aplicada de manera correcta, pero vemos que la realidad es otra, y aunque sabemos que los empleadores de trabajo están cometiendo un delito, no toda la culpa recae en ellos, pues hay algunos trabajos que se compadecen de los niños y jóvenes y terminan por darles algún empleo, esto con motivo de poder colaborar al desarrollo de los jóvenes (claro, en el mejor de los casos, porque sabemos muy bien que la gran mayoría de los empleadores de trabajo, no se sensibilizan con las necesidades que sufren estos pequeños). 

Una de las primeras causas que promueven la deserción escolar en primaria y secundaria es la falta de recursos económicos. En diversos casos son los padres los que obligan a los niños a trabajar. La pobreza empuja a utilizar como mano de obra a todos sus miembros disponibles para intentar sobrevivir.

He aquí la exhortación a nuestros gobernantes, pues los tres órdenes de gobierno deben promover políticas públicas con la atención hacia esos menores a los que se les está impidiendo la posibilidad de un desarrollo pleno e integral.

Asimismo se deben incluir mecanismos de vigilancia y coordinación para la detección y actuación en casos de abandono escolar, con el fin de identificar niñas, niños, adolescentes y jóvenes que hayan dejado la educación para incorporarse al trabajo y establecer los medios para la restitución de sus derechos.

De acuerdo con la sociología jurídica, en este momento me corresponde analizar este comportamiento de la sociedad que, aunque pareciera que ya hay alternativas para evitar la explotación infantil, no son todas las que se pudieran ejecutar, de tal manera que me tomo el atrevimiento de proponer algunas alternativas. Antes de eso me es necesario expresar mi malestar, mi inconformidad, y mis ganas de hacer y proponer las cosas ante un gobierno que no responde a las necesidades de los más depauperados. 

Aterrizando el tema, creo que la explotación no es una consecuencia de la familia, pero como decía más arriba, la esencia de los problemas se encuentra en el desinterés de nuestros gobernantes. En las autoridades brilla la nula preocupación por brindar mejores oportunidades de trabajo. Al tener un buen empleo y bien remunerado, se desprenden mejores condiciones de vida para la clase trabajadora. Vemos, pues, que gran parte del pueblo no cuenta con un trabajo digno o en el peor de los casos, desempleado, situación que se agravó con la llegada de la covid-19.

En el tema educativo, dice el Artículo tercero de la constitución mexicana que “toda persona tiene derecho a la educación. El Estado impartirá y garantizará la educación inicial, preescolar, primaria, secundaria, media superior y superior. La educación inicial, preescolar, primaria y secundaria, conforman la educación básica; ésta y la media superior serán obligatorias, la educación superior lo será en términos de la fracción X del presente artículo. La educación inicial es un derecho de la niñez y será responsabilidad del Estado concientizar sobre su importancia”.

Corresponde al Estado, representado por todos los niveles de gobierno, la rectoría de la educación, la impartida por éste, además de obligatoria, será universal, inclusiva, pública, gratuita y laica. 

Nos queda claro que el Estado tiene la responsabilidad de intervenir para instrumentar medidas favorables en el ámbito educativo, si nos apegamos a la ley, queda claro que se debe garantizar la educación gratuita y de calidad.

No es necesario extenderse demasiado en el tema, basta con analizar y debatir las 2 propuestas ya planteadas, pero, llegando a la conclusión, vemos que a los empleadores de trabajo se les sanciona con prisión como medida que garantiza la explotación infantil, así pues, urge que se les aplique la ley a aquellos funcionarios que no garanticen la eliminación del trabajo infantil.

Pero, con la 4T, no hay medidas de solución. No hay medidas para erradicar la explotación infantil. Aquí gobierna la insensibilidad, pues si hablamos de estudiantes que luchan por sus derechos, luchas que exigen una educación de calidad, las únicas respuestas son las represiones, los oídos sordos de las autoridades. La FNERRR se ha manifestado en contra del rezago educativo, la explotación infantil, etc. ¿Y qué se ha logrado? El desprestigio del gobierno hacia nuestro movimiento. El problema de la explotación infantil es un tema que con el paso de los años se seguirá agravando, prueba de ello es que en 2021 no se sepultó la explotación de los menores, esta lucha de supervivencia sigue incrementando y a costa de abandonar la tarea académica.

Después de todo esto, la FNERRR seguirá manifestando su inconformidad contra las políticas erróneas de la 4T y sus aliados. Los fenerianos tenemos la receta para cambiar esta desigualdad social. Fortalezcamos nuestro movimiento, urge crecer cuantitativa y cualitativamente, solo así, lograremos eliminar la pobreza social, educativa y ahora la explotación infantil. ¿Estamos?

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